Masquerade
DiscosThomas Raggi

Masquerade

7 / 10
Montse Galeano — 23-12-2025
Empresa — Epic / Sony
Género — Rock

Muchas veces hemos escuchado aquello de que el rock carece de relevo generacional, y otras tantas hemos visto aparecer nuevas voces dispuestas a desmentirlo. El debate sigue ahí, pero mientras tratamos de resolverlo, bandas como Måneskin han ocupado ese lugar de promesa, enfundadas en pantalones de cuero y reclamando una vida de rockstar a base de estribillos pegadizos y guitarras afiladas. Desde que los italianos vencieron en Eurovisión han pasado muchas cosas; entre ellas, una necesaria pausa creativa que ha dado pie a proyectos paralelos. Si Damiano David fue el primero en explorar su faceta más vulnerable y pop, ahora es Thomas Raggi quien toma la palabra con "Masquerade", su debut en solitario: un disco breve, directo y plagado de invitados de lujo que representa el sueño de cualquier chaval que empieza a dar sus primeros punteos frente al espejo.

"Masquerade" es transparente en sus intenciones y Raggi no lo oculta, convirtiendo el álbum en una declaración de amor al rock desde sus cimientos. Prueba de ello es el arranque con “Getcha”, un cañonazo clásico y efectivo con Nic Cester al micrófono y Chad Smith marcando el pulso desde la batería. El disco no pretende reinventar el género ni disimular sus influencias; al contrario, se apoya en ellas con orgullo, bebiendo del hard rock noventero, el rock de estadio y el riff como motor principal. Esa honestidad atraviesa todo el EP, en un ejercicio más preocupado por captar la energía del género que por aportar giros inesperados.

En este planteamiento resulta imposible obviar la alargada sombra de Tom Morello, quien ejerce aquí de productor ejecutivo y mentor creativo. Su sello se percibe con claridad en “Keep the Pack”, un tema que refuerza el lado más festivalero y combativo del álbum. Aún y así, el disco también se permite ciertos matices: “Cat Got Your Tongue”, junto a Sergio Pizzorno, introduce una tensión rítmica y casi parlante que aporta variedad sin perder contundencia. Por su parte, “Lucy” abre la puerta a atmósferas más oscuras, demostrando que Raggi no teme experimentar siempre que el ADN rockero permanezca intacto. El momento más personal llega con “For Nothing”, una balada en la que Thomas se atreve, por primera vez, con la voz y la escritura.

Mención aparte merece la versión de “You Spin Me Round (Like a Record)” junto a Alex Kapranos, probablemente el gesto más lúdico del EP. Lejos de la ironía, Raggi la reimagina desde el respeto, transformando el clásico synth-pop en un artefacto rock cargado de groove y descaro.

El título "Masquerade" resume bien el espíritu del álbum. Tras las máscaras y los nombres ilustres, nos encontramos a un músico joven reivindicando su identidad a través del instrumento que mejor domina. Un debut enérgico y consciente de sus raíces que, sin estar exento de cierta previsibilidad, sitúa a Thomas Raggi como algo más que “el guitarrista de Måneskin”: un artista en pleno proceso de construcción, con la ambición clara de seguir creciendo sin renunciar al fuego primario del rock.

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