HORIZON

Es realmente meritorio y de admirar ver cómo una banda a día de hoy sacrifica las tentadoras mieles del consumismo generalista en favor de apostar por aquello que inicialmente originaron, demostrando creer en su discurso y tan solo alterarlo en favor de buscar ofertar una versión mejorada de éste. Así al menos se siente el regreso de The Inspector Cluzo, firmando con “HORIZON” (FUCKTHEBASSPLAYER, 23) su vuelta al ruedo tras cinco años de parón y la novena carta en su discografía. En esencia, poco o nada ha alterado esta dupla de Gascuña su bonachona y buenrollera impronta rockera; seguimos sintiendo que tanto sus melodías como su pomposa actitud parecen sacadas de las cálidas y áridas tierras de Nashville más que de las propias y agrestes comarcas de Occitania, y volveremos a creer que, a golpe de voz rasposa y cuerda rasgada, viajamos a lomos de un motociclo por las largas y tórridas carreteras de la Ruta 66 durante una hora aproximadamente.

Desde esas primeras bocanadas de polvo que rezuman sabor a Creedence Clearwater Revival en su enérgica “ACT LOCAL THINK GLOBAL” podemos confirmar sin duda alguna que “HORIZON” se siente como la perfecta banda sonora para reposar plácidamente en el porche de nuestra casa (para el que le sea asequible esta posibilidad), disponiendo de una cerveza en mano y del sol en lo alto picando nuestro rostro con ferocidad, mientras emana de nosotros un desprejuiciado apego por el AOR y el rock de toda la vida. Y es que, no por manidas será menos grato abrazar todas las imágenes que las diferentes pistas nuevas de este dúo francés nos generan, quedando patente a lo largo de sus doce cortes que Laurent Lacrouts y Mathieu Jourdain son verdaderamente duchos en lo que respecta a reflexionar sobre las diferentes caras del género, sin ni tan siquiera sentir la necesidad de salir de su granja familiar empleada como base de operaciones.

A pesar de esta idiosincrasia que marca la absoluta identidad propia de la banda, The Inspector Cluzo saben cómo salir airosos del simple y llano frikismo de la etiqueta agro-rock, aportando a lo largo de sus piezas diversas oquedades sobre las que contemplar un eclecticismo digno de ser mencionado. Ya bien sea sacando su cara más grunge y noventera a lo Layne Staley (“SHENANIGANS”), echándole pimienta a nuestros zapatos con garbo y desparpajo rockabilly (“THE ARMCHAIR ACTIVIST”) o siendo generosos con baladas cautivadoras que nos harán volver a esas autopistas eternas barnizadas por una puesta de sol (“THE OUTSIDER”, “SWALLOWS BACK – WHEN WILL THE SWALLOWS RETURN”), la estela de su nuevo trabajo cumplirá con acierto las expectativas por pasarlo bien y reconectar con la pureza más sana y legítima del rock and roll. Y si estas armas no son suficientes para ti, la banda no escatimará en poner de manifiesto sus clásicas herramientas humorísticas al servicio del LP, volviendo a hacer gala de su estilo particular mientras lanzan guiños a sus orígenes (“RUNNING A FAMILY FARM IS MORE ROCK THAN PLAYING ROCK N ROLL MUSIC”) o directamente le dan alguna que otra colleja al desvirtuamiento del género en la actualidad (y ojo, que sin verlo venir hasta el propio Iggy Pop se dejará caer en esa divertida “ROCKOPHOBIA”).

Un hiato de cinco años que les ha permitido recuperar temas incompletos, reconvertidos ahora en insignias del momento (“HORIZON”) y afinar con detalle y clase las ramas más críticas de su discurso (“SAVING THE GEESE”), con las cuales nos recuerdan las verdaderas vicisitudes que tienen lugar más allá de esa burbuja industrial a la que sienten que nunca pertenecerán.