Lo de estos chicos definitivamente es para tomárselo muy en serio. Probablemente no hay una banda en la actualidad que incorpore con tanta eficacia el componente épico, y sea capaz de pasar de la brutalidad a la belleza de forma tan brusca como natural. Los innumerables cambios de ritmo, estilo y tempo, convierten a las piezas que integran este álbum en cualquier cosa menos previsibles. Between The Buried And Me dan un paso decisivo en su demencial propuesta a caballo entre metal extremo, progresivo y hardcore, haciendo buen uso de escalas jazzies y complejidad técnica. Seis temas y cientos de matices, en que los americanos nos acorralan en un sinfín de sensaciones de lo más diverso. Tomen nota: “Disease, Injury, Madness”, “Fossil Genera – A Feed From Cloud Mountain” y los dieciocho minutos de “Swim To The Moon”, por nombrar los temas quizás más fascinantes de un descomunal álbum que podría llevarlos muy arriba. Si el formidable “Colors” ya dio bastante que hablar, “The Great Misdirect” directamente pone patas arriba las escenas metálica y progresiva del momento, y se convierte en el álbum del año en su estilo.
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