Very Human Features

Tras el también notable “On The Intricate Inner Working Of The System” (Sub Pop, 24) –su primer largo para Sub Pop y la llamada de atención definitiva que sirvió para que no pocos focos apuntaran hacia ellos–, The Bug Club se confirman con la presente entrega como una de las bandas más fiables cuando la empresa consiste en fusilar enseñanzas ajenas y reutilizarlas, con talento, en apuntalar un buen puñado de temas propios.

“Very Human Features” llega diez meses después de su antecesor, golpeando el hierro cuando aún está caliente y confirmando que, además de olfato para facturar indie-pop guitarrero inspirado en décadas pretéritas, el combo galés también se encuentra en un momento especialmente creativo en cuanto a cantidad se refiere. No en vano, la banda de Caldicot coliderada por Sam Willmett y Tilly Harris propone un total de trece cortes de pulso nervioso y alma vitaminada, en torno a cuarenta minutos de encantadora tensión sonora.

The Bug Club juguetean con sus piezas y parecen no tomarse a sí mismos del todo en serio, con esa aureola lo-fi que, en realidad, resulta tan medida como favorecedora de cara al envoltorio final. Las influencias (en su mayoría noventeras) de Pavement, Guided By Voices, Hefner, The Apples in Stereo o Beat Happening, así como los trazos de glam-rock de los setenta que salpican el asunto también suman en positivo, y derivan en esa corriente guiada por temas como “Living In The Future”, “Jealous Boy”, “Appropriate Emotions” o “How to Be A Confidante” como joya de la corona.

El resultado no es otro que “Very Human Features”, un disco capaz de lucir fresco a pesar de su indisimulado aroma vintage. Una bofetada sonora bien conocida, de las que apetece encajar cada temporada tras lucir al margen de cualquier tipo de patraña. Un invento que funciona propulsado por el propio poder intrínseco de las canciones, amparado por un motor que el grupo ha evitado gripar con piezas de segunda categoría, hasta completar una obra compacta y bien engrasada.