The Broken String

En el último año debo haber escuchado “Click Click Click Click Click” unas mil veces, otras tantas “Corazon” y “The Same Fire”, una de las que echo de menos en “The Broken String”, el segundo álbum de Bishop Allen. Los doce Ep’s que ha publicado la banda de Justin Rice y Christian Rudder a lo largo de 2006 -eran mi cita periódica con la redención- han hecho del pasado año algo menos terrible. Porque Bishop Allen son uno de esos grupos. O no te dirán nada o los amaras desde lo más profundo. Porque en el fondo no tienen nada de especial más allá de la rotundidad de unas canciones pop que hablan de los temas de siempre, a saber: el amor, el desamor y largos paseos en autobús. Así es la vida. Y después de haber escuchado tantas veces esas canciones, es normal que la primera reacción sea de extrañeza.

Diez de los temas ya formaban parte de los Ep’s y han sido regrabados. Han ganado en brillo y, a pesar de la primera reacción, los nuevos arreglos las favorecen, aunque el sonido y la filosofía DIY de los originales siempre tendrá un encanto añadido. “The Broken String” pasa con nota, porque las buenas canciones es difícil estropearlas y “The Monitor”, “Corazon” y “Click Click Click Click Click” siguen sonando evocadoras y sublimes, las nuevas “Rain” y “Middle Management” no desmerecen en absoluto y la voz de Darbie Nowatka en “Butterfly Nets” sigue poniéndome los pelos de punta recordándote por qué motivo el pop no salva vidas pero sí almas. Así que hacedme un favor y no os compréis este disco. Bishop Allen son mi refugio, mi fortaleza secreta, y hasta Superman necesita una. Yo los conocí antes, son míos. No me los estropeéis.