Seis años después de aquella obra maestra que es “Be Yourself”, el crooner dublinés Gerard Whelan AKA Jerry Fish regresa a la primera plana con otro álbum para enmarcar, once canciones atemporales en las que sigue mezclando mágicamente el jazz de los cincuenta y el pop cabaretero con una de los registros vocales más atractivos de la actualidad: el suyo. El legendario Dick Meaney (The Jesus & Mary Chain, My Bloody Valentine) se encarga de la producción, manejando con mano maestra el característico tratamiento orquestal de la banda cercano a las big bands jazzísticas en el que los vientos son los protagonistas. Una obra coherente y cohesionada, con colaboraciones estelares como Imelda May (“The Hole in the Boat”), hits para los oscuros (“Hell or Heaven Sent”, “Where the Sun don’t Shine”) y para los alegres (“Life is Sweet”, “Dig “A Dog Bone Store”) e incluso una hermosísima pieza instrumental para cerrar el disco (la homónima “The Beatiful Untrue”).
Fish y su Mudbug Club siguen divergiendo de las tendencias del mercado para enmarcarse definitivamente en el libro de estilo de genios outsiders como el cuasi divino Tom Waits, donde el blues, la chançon, la cinemática y el lirismo marcan la pauta. Maravilloso.
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