Tearing At The Seams

La historia musical de Nathaniel Rateliff comienza en la América profunda y en el intento por escapar de ella, emprendiendo una senda folk introspectiva en sus dos primeros trabajos en solitario, los emocionantes (pero algo planos) “In Memory Of Loss” (10) y “Falling Faster Than You Can Run” (13).

En el camino, muda la piel de serpiente de la religión y, poco después, suda bourbon bajo la luna llena en una suerte de encrucijada soul, donde deja que su alma negra arda eternamente junto a The Night Sweats, firmando el sobresaliente y exitoso estreno homónimo “Nathaniel Rateliff & The Night Sweats” (15). Al frontman de barba frondosa y garganta prodigiosa, le viene de fábrica el ADN Stax y, el hermanamiento de sangre con estos sietes músicos del averno, hace que marquen huellas de fuego por allí donde pasan, dejando fe palpable de ello en su primer disco en directo oficial, “Live At Red Rocks” (17). Mr. Rateliff a la cabeza en trance continuo y rezumando en cada corte esa autenticidad que solo está al alcance de los elegidos, con los Night Sweats a tumba abierta y con el extra incluido de que, en seis de las dieciocho pistas, se funden con la mítica Preservation Hall Jazz Band.

Y con las botas tejanas aun humeantes, Nathaniel y los Night Sweats reaparecen con “Tearing At The Seams”, un refrescante segundo asalto donde, con los mimbres y la esencia primigenia al rojo vivo, firman una docena de temas en los que, disminuyendo algo la crudeza, crecen en texturas, matices y contemporaneidad.

Del “Shoe Boots” inicial, con una sesión de vientos que nos da la bienvenida a un garito misterioso en la New Orleans más genuina, al pop soulero y magnético de “You Worry Me” o el desgarro de una “Hey Mama” que, sin que te des cuenta, te araña dulcemente por dentro.

Un refrescante huracán sureño que no te deja tocar el suelo, de principio a fin, ya sea en el aullido de “Be There”, la crujiente melancolía de “Still Out There Running” o las raíces palpitantes de una “Baby I Lost My Way (But I’m Going Home)” en la que querrás perderte una y otra vez.

Nathaniel Rateliff & The Night Sweats siguen sudando tradición a cada paso, reconfirmándose en esta nueva entrega como una de las bandas americanas más excitantes y adictivas del género. Clase, pasión y verdad a raudales con sello propio. Déjate arrastrar por “Tearing At The Seams” y, con el eco de ese rugido continuo final del tema titular de cierre, “They're Gonna Have To Drag Us Away”, volverás a dejar caer, instintivamente, la aguja en el primer surco, para que las pulsaciones no bajen y aceleren una vez más tras la primera curva.