Sunset Canyoneers
DiscosSunset Canyoneers

Sunset Canyoneers

8 / 10
Raúl Julián — 11-06-2020
Empresa — You Are The Cosmos
Género — Alt-Country / Americana

El sello zaragozano You Are The Cosmos puede presumir de un catálogo poco menos que impecable, al que continúa añadiendo meditadas referencias con mimo, olfato y especial cuidado. Ya sea a través de reediciones o mediante el lanzamiento de referencias nuevas, lo cierto es que la discográfica capitaneada por Pedro Vizcaíno –otrora artífice de Grabaciones en el Mar y personaje indispensable de la escena cultural aragonesa desde los ochenta– ha terminado convertida en seguro, cuando no parada obligatoria, para ciertos aficionados y coleccionistas. Se trata de perfiles amantes del mejor pop (o power-pop) con melodías resplandecientes y clara querencia country/folk, además de un sonido cristalino y, en definitiva, exquisito.

Sunset Canyoneers amasan en su debut una estilismo equilibrado y definitivamente intachable, focalizado en algún punto estilístico intermedio y a la vez afín a todos esos géneros. Los californianos entregan así un álbum en el que líneas melódicas inmaculadas se entremezclan con el aroma clásico del country, la americana y el folk, hasta materializarse en nueve canciones preciosas sobre las que apetece (y conviene) volver una y mil veces, ahora y dentro de un lustro. Son temas tan redondos como “Alcohol In A Gamblin' Town”, “Los Angeles” –puede que la mejor del lote–, la ensoñadora “Junk #1”, “High In The Sky”, “Bluejay” o la final “Dontcha Go Talkin'”. Esas peculiaridades del grupo se concretan en armónica convivencia entre el mundo del pop y el de la americana, enamorando por igual a los fanáticos de uno y otro estilo tras certificar temas perfectos de tres minutos.

En realidad, el lote es apto para cualquiera con el mismo buen gusto que demuestra el cuarteto formado por William Duke, John Kontogianis, Jeremy Powers y Ian Robertson en sus composiciones. ‘Sunset Cayoneers’ es un disco esplendoroso gracias precisa y exclusivamente al propio brillo desprendido por cada una de sus canciones. Un trabajo ponderado y coherente desde el principio al final, que respeta y realza el concepto clásico de álbum y apostilla unas influencias que van desde Uncle Tupelo a Big Star, pasando por Gram Parsons, los Fountains Of Wayne de los medios tiempos, The Byrds o Teenage Fanclub. Apenas media hora de música con evidente poder curativo, que conforman uno de los grandes tapados de la primera mitad del año, cuya recomendación puede (y debe) hacerse masivamente sin miedo al error o el reproche.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.