La historia de Karaocake empieza en el dormitorio de Camille cuando, influida por el shoegaze de los británicos Hood y envalentonada por las sencillas composiciones de Yuichiro Fujimoto, se anima a juguetear con el piano eléctrico de su hermana. Así es como, con un Casio, escasas ambiciones y menos recursos, Camille empieza a grabar algunos de los temas que, posteriormente pulidos por su amigo Stéphane Laporte (también conocido como Domotic) y Tom Gagnaire, hoy conforman este “Rows And Stitches”. El resultado es un precioso debut trufado de pop minimalista de ascendencia shoegazer en baja fidelidad, un disco cálido y confortable con sencillas melodías de sintetizador dibujando un sonido vintage y una melancolía en tonos sepia. Destacan el surf-pop de “Eeeeerie”, la casi épica “Medication”, el animado riff de la folktrónica “Bodies And Minds” y el savoir-faire del que es probablemente el mejor tema del álbum, “It Doesn’t Take A Whole Week”.
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