Es posible que a Josephine Ayling le hubiera ido mejor si en lugar de recalar en nuestro país para aprender español, hubiera ido a parar a otro país de órbita anglosajona. Aunque no es menos cierto que en el país de los ciegos el tuerto es el rey, y entonces se hubiera tenido que enfrentar a una mayor competencia. Porque Boat Beam es España es una rara avis, y ese es su principal valor y fortuna. Tres chicas perpetradas con guitarra, piano, chelo y viola, más la ayuda adicional de bajo y batería, queriendo practicar un pop delicioso a la par que algo pomposo y delicado, cantando en un perfecto inglés que huye del “wachisnachis” y que encima consiguen que su segundo álbum cuente con un gran acabado y solidez en fondo y forma. Una sonoridad de altura internacional, aupada en la voz cristalina de Josephine, pero que por desgracia, y para que todo sea perfecto, adolece de canciones memorables. Hay buenos momentos, sí. Hay una instrumentación cuidada, si. Hay buenas ideas, también. Pero falta rematar la jugada y el tono del disco empieza por la mitad a repetirse hasta agotar. Quizás porque hayan guardado sus mejores cartas para el inicio (“Sirens” y “Pollen In The Dust lo son ¡y de qué manera!), aunque el tono lounge de “Exhibit A” ya empieza a mostrar que este tipo de coartadas estilísticas las hemos visto muchas veces antes. Y sí , me temo que la sombra de Au Revoir Simone sigue siendo la mar de alargada.
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