Tomorrow Never Comes
Discos / Rancid

Tomorrow Never Comes

7 / 10
Adriano Mazzeo — 06-06-2023
Empresa — Epitaph / Pias
Fotografía — Archivo

Tras seis años de ausencia discográfica los estadounidenses Rancid no vuelven con un disco, vuelven con un yunque musical. “Tomorrow Never Comes” es su décima referencia de estudio y la banda de Berkeley, California no duda en ir al grano: dieciséis temas en menos de veintinueve minutos.

La configuración musical de los mismos es tan en-tu-cara como la estadística temporal: puto punk rock. Directo, veloz, macarra, divertido, peligroso. Quizá llevando los tiros más al terreno de Lars Frederiksen que de Tim Armstrong –aquí se obviaron las influencias caribeñas que plantaron al grupo en un lugar de gloria en los lejanos noventas–, la banda suelta un compendio de piezas de una solidez pasmosa. Más allá de que este álbum quizá no contente del todo a los fans más eclécticos del grupo, no podemos negar que los tipos conocen muy bien el juego y todo lo que pueden ofrecer cuando punkean está aquí en su lógico lugar y justa medida.

“Tomorrow Never Comes” (el tema) transmite energía pura gracias a su velocidad y la dinámica en la que se alternan las voces de Freeman, Armstrong y Frederiksen. La urgencia reina gran parte del disco (“Mud, Blood And Gold”, “Devil In Disguise”, “Live Forever”, la harcoreta “Don’t Make Me Do It”) y deja que, dentro de un contexto de nervio a tope, se destaquen temas como “New American” o “It’s A Road To Righteousness” o la épica final de “When The Smoke Clears” en las que aflora el costado más melódico del cuarteto recordando sutilmente a Social Distorsion. Se echan de menos esos himnos hooligans de pop mega sucio como “Fall Back Down” o “Ruby Soho”, pero démosle tiempo que seguramente volverán con este tipo de emoción ya que si hay algo que no le falta a esta pandilla de cincuentones es vitalidad y ganas de liarla.

Volviendo a “Tomorrow Never Comes”, sin dudas estas veloces y contagiosas canciones nutrirán positivamente a un repertorio en directo que a esa altura ya está plagado de éxitos inoxidables y seguirán dando respaldo a Rancid como una banda fundamental y muy necesaria para el punk rock.

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