La primera vez que se escucha un disco de The Long Winters sorprende los pocos anzuelos pop que John Roderick lanza al oyente: todo suena parecido, las letras cuestan de entender, los estribillos se recuerdan más por algún detalle accesorio –la trompeta de “Teaspoon”; la aliteración del sonido “sh” en “Rich Wife”– que por la melodía en sí.
Con “Putting Days To Bed” he tenido la misma sensación que con su predecesor, “When I Pretend To Fall” (Houston Party, 02): que a cada escucha vamos descubriendo, poquito a poco, el verdadero talento de Roderick a la hora de escribir canciones como “Honest” –historia de una chica a quien su madre le recomienda que no se enamore nunca de un cantante–, “Clouds” –con ese aire country tan especial– o “Hindsight” –que recoge la idea central del disco, esto es, intentar mantener la ilusión por la vida día tras día. Con un puñado de referencias aéreas que nos recuerdan la importancia que tienen las avionetas en un lugar tan inhóspito como Alaska, “Putting Days To Bed” es un digno sucesor de su anterior trabajo. La edición europea se complementa con los cuatro temas de estudio del Ep que publicó el año pasado en Estados Unidos, “Ultimatum” (Barsuk, 05).
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.