El batiburrillo de influencias y géneros que puebla lo nuevo del artista surafricano Portable no resta un ápice de unidad y coherencia sonora al conjunto. Repleto de pasajes tribales y salpicado de sonidos y beats clubbing por aquí, allá y acullá, el sexto largo del que hasta ahora fuera más conocido por su faceta de Dj y su implicación en la escena tecno-house berlinesa, sirve como una ágil cóctelera en la que lo mismo encontramos elementos de música africana (“Séraphin”), y repuntes de new jazz (‘The Year My Dream Came True”) que atisbos de experimentación (“The Loneliness…”) y letras cantadas. Un cóctel final que aleja a Alan Abrahams del house de corte purista que caracterizaron sus trabajos anteriores y que lo adentran en una vía más personal y ecléctica. ¿Un punto y aparte en la carrera del productor? Tiempo al tiempo. Si es así, bienvenido sea.
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