Only Built 4 Cuban Linx... Pt. II

The RZA tenía un sueño: formar un
supergrupo imbatible que a la vez sirviera como plataforma para lanzar
individualmente a todos sus miembros. Quizás el plan no salió del todo como tenía
previsto, pero basta un repaso superficial de la discografía de GZA, Method
Man, Ghostface Killah y Raekwon para comprobar lo importante que ha sido la
producción de los miembros de The Wu-Tang Clan. Y la leyenda sigue. Si hay un
disco de rap que merece pasar a la historia en este 2009 ése es la segunda
parte de “Only Built 4 Cuban Linx”, uno de esos discos esenciales del universo Wu-Tang. Contra la regla sobre
las segundas partes, Raekwon no mira al pasado. Esta segunda parte comparte
elementos narrativos, pero es otro disco con un tono diferente y,
especialmente, un sonido alejado de la crudeza de su predecesor. Perfectamente
arropado por los miembros de Wu-Tang, especialmente por Ghostface y Inspectah
Deck, Raekwon demuestra que todavía hay mucho que rascar en el legado de las
treinta y seis cámaras, ofreciendo algunos momentos simplemente demoledores:
“Black Mozart”, “House Of Flying Daggers” o su sentido homenaje al desaparacido
Ol' Dirty Bastard en “Ason Jones”.