Marcus Brown aka Nourished By Time apunta en “The Passionate Ones”, canción que da titulo y cierra su segundo álbum, cómo “un millón de brazos están siempre esperando a tirar de mi hacia el pasado y el futuro”. Quién haya seguido los pasos de Nourished By Time hasta la fecha sabrá que, a pesar de sentarse en ciertos márgenes futuristas, su música trae consigo cierta familiaridad. Brown lo califica de post-R&B: su propia versión politizada del romántico R&B del cambio de siglo, la transgresora naturaleza del pop-rock-funk de Prince o la música de club de su Baltimore natal.
La vulnerabilidad siempre ha caracterizado la narrativa de Nourished By Time: ya presente en sus trabajos anteriores, Brown se deja ver a través del desamor, la incertidumbre o el escepticismo; muestra de ello son “Automatic Love” o la canción titular. No confundir la casuística existencialista de este trabajo con el derrotismo, ya que sea en lo musical o lo lírico, el optimismo siempre está presente y empuja a la perseverancia. Tony Bontana, única colaboración del álbum, le replica en “Jojo” “es tu momento de brillar, no dejes que apaguen tu luz”.
Es el caso de “9 2 5”, que si bien funciona como critica a la precariedad y la alienación del trabajo moderno, se erige sobre un beat de house que empuja a la celebración. Lo mismo hace “Baby Baby”, una urgente y festiva producción influenciada por el B’more club que sirve de base a un Brown aparentemente a punto de desmoronarse, causa de la vida moderna.
Puede que Nourished By Time tenga un ojo en el pasado y el otro en el futuro, pero cuesta imaginar mejor reflejo del presente que los doce cortes de “The Passionate Ones”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.