No deja de resultar curioso que, pese a su procedencia canadiense, a The Dears se les sigan viendo las costuras británicas por sus cuatro costados. De hecho, y por si a alguien le quedaba todavía alguna duda, la presentación que en directo hicieron de sus temas en la última edición del Wintercase no daba lugar a equívocos.
Su eficaz y madura puesta en escena (que realza, al mismo tiempo, sus vicios y virtudes) no quedaba muy lejos de las prestaciones que algunas bandas británicas de formación inusualmente madura (caso de Doves o Elbow) han mostrado también a su paso por nuestro país. Pese a que el timbre vocal de Murray Lightburn recuerde al de Damon Albarn más de lo conveniente, y aunque un tema como “Don´t Lose The Faith” no deje de sonar más que a puro Smiths, el segundo álbum del grupo de Montreal se guarda bajo la manga unos cuantos ases nada desdeñables. La solvente atmósfera cinemática y envolvente que desprende gran parte de la segunda mitad de su álbum (con “Expect The Worst”, “Warm And Sunny Days” o “Never Destroy Us" a la cabeza) obliga a darles un merecido voto de confianza, pese a que, en ocasiones, se les vaya la mano algo más de la cuenta a la hora de rematar unos temas a lo que les sobra minutaje.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.