Dance Called Memory
DiscosNation Of Language

Dance Called Memory

7 / 10
Álex Jerez — 21-10-2025
Empresa — Sub Pop
Género — pop electrónico

Ian Devaney asume con el nuevo álbum de Nation Of Language el enorme reto de dar un giro íntimo, introspectivo y oscuro que profundice en la miseria humana y trate de volcar algo de luz sobre ella. “Dance Called Memory” rasca en la contradictoria belleza que puede provocar el dolor. Creando así una obra épica y cruda que sigue brotando del synth pop habitual de la banda, pero con un valor emocional mucho más alto al que nos tenían acostumbrados.

Este nuevo álbum deja de lado la superficialidad asociada a la pista de baile y se aproxima a la oscuridad tratando de expresar la parte más realista del presente de Devaney. Usa la electrónica para que las lágrimas se derramen libremente y desata ese nudo en la garganta que el propio líder llevaba arrastrando durante años. En definitiva, “Dance Called Memory” nace y crece como una herramienta más para salir de una depresión que le comía por dentro y cuya sensación explica muy bien en “Under The Water”: “Oh, you know this feeling’s getting stronger. Can you feel it under the water?

El valor de la transformación, la comprensión, la visibilidad sobre la salud mental. Esta nueva entrega es mucho más compleja de lo que puede parecer a primera escucha. Y es que tras la etapa más liberal y fresca de Nation Of Language con “Strange Disciple” (PIAS, 23), y el lanzamiento de tres discos previos desde 2020, la primera obra de la banda con Sub Pop reproduce la obligada madurez a la que han llegado en tan poco tiempo gracias a su prolífica carrera. Más allá de la construcción de ese mundo onírico al que acudir cuando necesites dejar volar la cabeza y escapar de la realidad. Ian se lanza directo con este álbum a crear narrativas mucho más agrias e incómodas, a relatar sus historias más personales. Por ello, “Now That You’re Gone” se percibe como el centro absoluto del disco y la muestra del valor de este cambio de dirección. Un tema que habla sobre cómo Devaney vivió el deterioro de salud de su abuelo a causa del ELA hasta que este finalmente falleció. Una imagen que se quedó atrapada en su cabeza y marcó los últimos años de su vida por completo.

Puede que para los fans de los Nation Of Language más clásicos este salto les haga echar de menos a una banda mucho más despreocupada y menos consciente de lo que tenían entre manos. Pero, para ellos también hay guiños en este nuevo disco que sobreviven a la prueba de ser piezas que se podrían definir como más “bailables”. Es el caso de “In Another Life” donde el tempo del disco se dispara o, incluso, en esa oda al síndrome del impostor que es “Inep Apollo”. Aun así, de esta nueva etapa nos quedamos con “Can’t Face Another One”, ese inicio suave, frágil y elegante en el que la armónica gana terreno. Y, por otro lado, el punto más shoegaze que se marcan con “I’m Not Ready for a Change” hablando de asumir que el dolor nunca termina de desaparecer, se transforma.

Es verdaderamente valiente que un grupo con una clara identidad asentada de un nuevo volantazo simplemente para reflejar su realidad y las prioridades de su líder en este momento. Que los tres hayan remado a favor y en la misma dirección para que “Dance Called Memory” sirva de recordatorio a Devaney de cómo salió adelante y sobrevivió a una de las etapas más duras de su vida. Además, lo hacen dando un paso al frente, fortaleciéndose, sonando igual de bien que siempre, haciéndose mejores. No pierden la identidad como grupo, se llenan de verdad y refuerzan el valor humano del proyecto. No pasa nada si ahora toca ponerse tristes para luego sentirse mejor. Ya habrá tiempo de volver a bailar como lo hacíamos antes.

 

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