Como bien avanzan en “2050”, primer single de este sexto álbum, los murcianos han tele transportado sus canciones hacia ese universo de neón, autómatas y ciencia ficción para dotarlas de un empuje inusitado hasta la fecha. Para ello, no cabe duda de que han encontrado en Sebastian Krys, el mejor compañero de viaje a la hora de ceñirle a los temas ese traje azul eléctrico con el que marcar figura en la pista de baile sin pasos en falso. Second se lanza por esa “Montaña rusa” que tan pronto atraviesa el suburbano que se eleva hasta el espacio exterior en busca de ese “Antiyo”. Y es que sí, han traspasado “La barrera sensorial” de su anterior trabajo. Ahora no muerden, disparan guitarras láser con las que introducen en su “Espectador” esa droga físico química que necesitaba para no oxidarse. “Lobotomizados” por la música disco, pero como ellos dicen, sin reiniciarse, porque las pequeñas dosis nunca son letales.
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