El tan mal visto conformismo creativo es también una manera infalible de no mearse jamás fuera del tiesto, y a los australianos Cut Copy se les puede acusar de lo primero pero desde luego no de lo segundo. Con Dan Whitford y los suyos tendremos siempre esa impresión, tan aplicable a otros artistas de su generación, de que sus temas nuevos nos resultan sospechosamente familiares –o, directamente, que retoman ideas que ya hemos escuchado antes. Pero lejos de ser eso algo peyorativo (especialmente, cuando lo que se hace, se hace bien), “Moments” nos confirma desde su planteamiento predecible que, a veces, ser un poni de un solo truco no está tan mal.
Cinco años después de su anterior periplo, publicado todavía en un pandémico 2020, el proyecto natural de Melbourne regresa con un cancionero rebosante de recursos que conectarán a la primera con su público habitual. Nos referimos, en efecto, a un álbum que se mueve entre el synth-pop, el nu-disco y la indietrónica de manual, pero que pese a su falta de riesgo, también consigue seducirnos con calidez melódica e irresistibles arreglos festivos.
En este lustro, Whitford ha tenido tiempo de reflexionar sobre ciertos derroteros de su vida, razón por la que el hedonismo de sus característicos ritmos se mezcla aquí con una lírica analítica y medida que no pierde ocasión en reparar en asuntos como su renovada paternidad, el fin de las relaciones, la vida después del confinamiento, la importancia de encontrar lo que buscamos hoy y la capacidad de perdonar a quienes fuimos ayer. No hablamos, sin embargo, de un disco estrictamente autobiográfico en su concepto, pero desde luego sí se trata de un trabajo marcado por diversos capítulos personales, aquí convertidos en ganchos directos para quemar zapatilla en la pista de baile.
Canónicos y fieles a su ADN, “Solid” levanta el telón a golpe de beat minimalista y estival, estribillo pegadizo y una inconfundible voz principal, convertida ya en marca distintiva y síntoma de buen rollo; Kate Bollinger se le une en formato “llamada/respuesta” para “Belong To You”, humanizando la electrónica y demostrándonos de nuevo cómo el falsete de Whitford sigue siendo garantía de buen rollo; ritmos dub, cuerdas acústicas y coros infantiles en “When This Is Over” para su apuesta más experimental; y un tramo doble de más de catorce minutos de improvisación psicodélica con “Moments” y “Gravity”, sacándole punta a su vena más contemplativa.
Si bien es cierto que en su etapa final la propuesta se vuelve un tanto repetitiva, alejándose de la inmediatez y el dinamismo inicial, el oyente también descubrirá cierto placer en esa sutil exploración de texturas, subrayando que Cut Copy pueden ser algo más que unos simples hacedores de pistas facilonas cuando se lo proponen. Reconciliados con su propio legado, ofrecen en su séptimo lance un espacio emotivo y nostálgico, funcionando así como una suerte de declaración vital donde la madurez se convierte en otro paso de baile más.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.