El miedo y el paraíso

Tras doce largos años de trayectoria profesional, cinco álbumes y cientos de conciertos a las espaldas, veíamos como Izal, una de las bandas más reconocidas del género indie pop y rock nacional, se disolvía de manera indefinida despidiéndose bajo la gira 'Hogar' que ha servido de puente para este último trabajo del compositor navarro Mikel Izal. Después de estos acontecimientos y una larga espera en la que el propio vocalista de la antigua banda indie aprovechó para reflexionar y trabajar mucho en sí mismo. Así nace un álbum muy pensado y trabajado desde hace más de dos años para dar rienda suelta a una nueva aventura en solitario, ‘El miedo y el paraíso’.

Este nuevo disco concebido por el artista navarro ha sido planteado como una larga travesía a través de diferentes emociones o distintos estados de ánimo y fases a lo largo y ancho de la vida. Un planteamiento, un concepto y un discurso que se lleva a cabo en este disco que permitirá establecer una conexión especial con el oyente, más allá de la subjetividad que radica en lo sonoro y técnico; por supuesto, la influencia de los sonidos y las emociones que se generan a raíz de los mismos guarda un peso relevante a la hora de establecer dicha conexión, pero ese estado de unión llegará más por la vía del contenido letrístico y el concepto que albergan las propias letras del disco. El concepto destilado en este último trabajo permitirá garantizar una empatía entre artista y oyente, pues acude a sensaciones, experiencias y percepciones sensoriales, emocionales, tan inherentes a nosotros que la identificación será inevitable. Un viaje introspectivo a lo más profundo del ser humano, una disección de la psique del mismo. Curioso cómo puede resultar este trabajo, a la vez, tan personal, tan íntimo como colectivo, global.

Un álbum de grises, de claroscuros, donde conviven los colores más cálidos y los más fríos, un álbum, en definitiva, de luces y sombras. El análisis y la interpretación de unas ideas que han sido maduradas durante largo tiempo encuentran terreno donde florecer, en la superficie maduran dos virtudes de este álbum, la madurez y la transparencia o sinceridad.

‘El miedo y el paraíso’ está compuesto por diez canciones que aluden en el título a emociones básicas que todos conocemos. Los diferentes “tracks” del disco generan emociones muy dispersas en un abanico que puede ir desde sonidos más melancólicos o tristes, pasando por otros de un tono más contemplativo y reflexivo hasta ritmos más bailables, vibrantes y alegres. Además, en este nuevo álbum tenemos respecto al pasado un sonido distinto al que albergaban los izales, un predominio de los sintetizadores y así como la presencia de instrumentos de viento y cuerda. Como explicábamos sobre dos de los valores de este trabajo, tenemos por un lado la madurez de las letras que se deslizan a través de las diferentes canciones, que serían impropias de un artista, cuyo proceso no hubiera sido dotado de mimo, trabajo, reflexión, paciencia o análisis; por otro lado, la transparencia y sinceridad, carente de cualquier vergüenza, de las letras evidencia una desnudez emocional e íntima del artista total, sin esto sería imposible concebir este viaje a través de los sentidos y las diferentes fases de la vida de un ser humano corriente.

Entendiendo que el álbum funciona con un viaje descriptivo por las emociones y sentidos de Mikel Izal, tendremos que las canciones se retroalimentarán en todo momento. El oyente deberá estar atento, pues requiere necesariamente que se sumerja para captar las diferentes sinergias que se van formando con cada escucha. Las canciones se responden unas a otras, funcionan como puentes unas de otras y todas ellas sólo se entenderán escuchando la siguiente, así hasta llegar a su punto final, la parada final de este viaje.

El álbum se inicia con el tema 'El Miedo', esos conceptos negativos que mencionamos con anterioridad se pueden encontrar en canciones como 'El Grito', aunque en este caso hablamos de un tema con una dualidad que entrelaza lo negativo de su anterior tema ‘El miedo’ con la liberación y el breve despertar que esconde como significado este tema, además hablamos de la mejor canción del álbum con un sonido indie pop marcado por un estribillo liberador de una potencia sin igual; seguimos con 'La Rabia', 'La Huida' y 'La Gula'; como temas donde las emociones positivas se abren paso tendríamos 'La Fe', 'El Presente', 'La Verdad', 'Lo Bueno' y rematando finalmente en 'El Paraíso'.