Música Máquina

Después de ocho años de trayectoria y cuatro discos explorando los confines del indie rock, los catalanes Medalla dan un volantazo tan radical como liberador con el presente “Música Máquina”, un disco de heavy metal con actitud punk y puntería pop. No se me ocurre una mejor descripción para este artefacto sonoro afilado e incandescente que supura rebeldía y peligrosidad en estos tiempos oscuros que nos toca vivir.

Envuelto en épica medieval, “Música Máquina” arremete con fiereza y sarcasmo contra la religión como dogma incuestionable (“Me sale de dentro blasfemar”), contra el culto al trabajo que esconde explotación (“Para sorpresa de nadie seguimos siendo pobres”) y contra el auge del neofascismo (“El racismo se blanquea, la homofobia es su bandera”). Rabia también contra una máquina llamada capitalismo, contra ese mercado que es cualquier cosa menos amigo, contra un sistema podrido por anti-valores que nos exprime hasta la última gota.

Podría parecer un movimiento arriesgado abrazar ahora el heavy metal más clásico —aunque siempre reivindicaron a Barón Rojo y Judas Priest— y abandonar definitivamente la efervescente nueva escena indie de guitarras encabezada por Carolina Durante y Alcalá Norte en la que nunca acabaron de encajar ni siquiera con discos sólidos e inspirados como “Arista Rota” (21) o el conceptual “Duelo” (23). En realidad, su nuevo trabajo denota una honestidad brutal. Y ya no hay vuelta atrás con este irresistible quinto largo grabado una vez más en los estudios Maik Maier de Barcelona con el habitual Sergio Pérez (SVPER), el segundo de Medalla publicado desde la tranquilidad y la independencia de la autoedición deseada.