Desde luego, este no es el Matt Sharp que todos conocíamos. Nos lo han cambiado de pies a cabeza. El que fuera miembro de la formación original de Weezer y entusiasta defensor de la vuelta a los sonidos sintéticos de principios de los ochenta al frente de The Rentals, presenta ahora unas credenciales para su debut largo en solitario que no podrían estar más lejos de tales antecedentes.
Fiel al invernal artwork que envuelve el álbum, Sharp se rodea de una ralentizada y lúgubre desnudez instrumental (guitarra acústica, piano y poco más) que realza la ingravidez de unas composiciones que parecen alumbradas desde un prisma confesional, intimista y extremadamente sosegado. Claro que no por ello puede decirse que el resultado final esté totalmente a la altura de sus presupuestos. Hay algún dulce estribillo (“Goodbye West Coast”), guiños a Dylan (“Visions Of Anna”) y algún otro momento logrado (“Before You Go”), pero el saldo global resulta algo cansino, sin dejar de desprenderse en casi ningún momento de la apariencia de proyecto menor. Una faceta hasta ahora desconocida y sólo parcialmente interesante de un artista cuyo talento luce mucho más en otro tipo de registros.
Album plomo. Me dejo adormilado de por vida. Vuelve con Weezer...