El segundo trabajo del alias de Jonathan Bates (ex Mellowdrone) es un disco largo (55 minutos), ambicioso, excesivo, que, como sucede con propuestas de similares coordenadas (M83, con los que ha colaborado), me empacha y agrada a partes iguales. Empieza “Put The Gun On The Floor” y meneo la cabeza ante esos bajos sintetizados de trazo grueso. La cosa sigue por esos derroteros ochenteros tan de moda, pero uno no puede ignorar las (decentes) melodías, los ritmos contundentes, la melancolía cósmica. La épica hipster-electrónica-soul de “IFUCKINGLOVEYOU” (en mayúsculas, por si no quedara suficientemente claro) me repele, pero tanto el riff sintético de “x22”, como el pop ensoñador, casi pastelero, cuerdas incluidas, de “Dreary Moon” son muy potables y el arpegio de “Betamax” hasta me evoca a unos Grandaddy futuristas. Así es este artista, un hombre sin complejos que asume lo mejor y lo peor de eso que se da en llamar “space rock” y los 80, con esos sintetizadores ambientales a lo Vangelis (“PB3”) o ¡A-Ha! (“Into The Night”). Por eso, el disco sólo podía acabar con su mejor corte, “Love You This Summer”, bajo obsesivo, arpegio acústico y caja de ritmos minimalista.
Clear, intremafivo, simple. Could I send you some e-hugs?