"Eclíptica" es el término que designa el movimiento del Sol visto desde la Tierra durante un año y el nombre del último disco de Maria Rodés y ya nos da una pista de qué va el disco. La barcelonesa dedica este cuarto trabajo a a su tío bisabuelo, Lluís Rodés, astrónomo que dirigió el Observatorio del Ebro durante la Guerra Civil, después de encontrar un diario de guerra que el científico escribió entre 1920 y 1939.
Una excusa singular para firmar un álbum delicado, lleno de matices sonoros y cierta experimentación pero que deja sitio a su parte de cantautora folk. Canciones luminosas, que se abren en busca del sol, o más íntimas y pequeñas para noches de eclipse lunar. Todas ellas con una cadencia rítmica que invita a avanzar sin prisa pero sin pausa a la merce de la voz de Rodés, capaz de acurrucar o despejar según se le antoja.
Para acabar de hacerlo redondo, otros artistas como Ximena Sariñana,The New Reamon y Nico Roig ponen su talento al servicio de este cuarto álbum de la catalana que se presenta como el más conceptual y personal hasta la fecha.
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