Persiguiendo sueños

Para hablar de los poderes curativos de la música como método natural de autoayuda, creo que, perfectamente, se podía mostrar como ejemplo "Persiguiendo sueños", el primer disco de Malatestta, alter ego de Mario Antolín, artista vizcaíno con amplia experiencia en proyectos como La venta de Borja, Ekintza, Lacco o Tucker. Y es que, en cuanto comenzamos a escuchar los primeros acordes del disco, inmediatamente podemos imaginar lo que el autor habrá sufrido para sacar estas once canciones, once vómitos que salen de las entrañas de un espíritu libre que busca una salida para todas esas vivencias y dolores que parecen arderle por dentro.

Acompañado por músicos con amplia experiencia en bandas como Flying Rebollos, Extremoduro o Doctor Deseo, y adoptando la forma de una especie de diario de viaje que le va llevando por Londres, New York, Lisboa, Burdeos o Sevilla, estos once temas conforman un completo catálogo del comportamiento humano: amor, desamor, pasión, cariño, decepción… sentimientos sobre los que tanto y tanto se ha escrito a lo largo de la historia de la música popular, pero llevados esta vez a un terreno personal, en el que la voz rota de Mario convierte cada canción en algo especial que derrocha verdad por todos los costados.

En cuanto a la parte melódica, Malatestta se mueve entre el pop y el rock suavecito, sin excesivos artificios, más que nada porque, a este proyecto, tampoco le hacen falta, lo cual no quiere decir que, en este aspecto, haya sido un trabajo fácil, ya que el músico santurtziarra ha contado con la colaboración de grandes músicos y amigos para llevar a cabo este "Persiguiendo sueños". El sonido del saxo en "New York", los teclados de "Londres" o "Leyenda", riffs algo “fitipaldianos” como los de "Tardes de Domingo" o "El cielo está en llamas", solos de guitarra como los de "Mi color favorito" (sin duda la más rockera del lote, quizá junto a "Leyenda") y, por supuesto, las segundas voces, que complementan a la perfección el trabajo vocal de Mario, son lo único que puede desviar la atención del mensaje que Mario quiere transmitir en cada canción.

Un trabajo correcto de un músico que, en cuanto saque fuera todos sus demonios, y salga de unos sonidos, en mi opinión, excesivamente encorsetados, tiene mucho que decir, porque con pasión todo es posible, y de eso, Malatestta va sobrado.