Si echamos cuentas de las pintas de los amigos que nos encontramos en la portada jamás pronosticaríamos lo que hacen estos tíos. Van bien vestidos, elegantes, su apariencia es serena, sosegada, como si perteneciesen a una buena familia, pero hete aquí que cuando se cuelgan los instrumentos parece que se transformen dejando las finuras para otras ocasiones y echándose de cabeza a la caza del riff más estruendoso.
El garage blues es la base de lo que presentan estos suecos en su segunda aventura discográfica, algo que resulta evidente desde el principio, sin embargo los matices surgen en cada una las piezas. “Stick Around” es un cruce entre Danko Jones y AC/DC, en “Make You Move” nos teñimos de negro bajo la sombra de Fuzztones y su organillo, y “Honey Blue” es como si los Stones de los sesenta etapa London fluyeran cuarenta años más tarde. ”Feel Alright” se coge de la mano de otro posible himno generacional como “Let The Goodtimes Roll” de Tricky Woo, la psicodelia toma el mando a la siguiente, con “Hot Blood Boy” nos podemos imaginar las bestias escénicas que deben ser, “Rewind” es Jagger/Richards ya en los setentas y para “Soulshacker” la sección rítmica nos tiene reservada su propia exhibición, y todo el conjunto está bañado por una mantilla sónica nítida y limpia de impurezas. Grandiosos.
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