Hay conciertos que se graban a fuego en tu memoria y el que ofreció Neil Young en junio de 2016 en el Poble Espanyol de Barcelona sin duda es uno de ellos. Una actuación en la que el canadiense se hizo acompañar por una joven formación llamada Promise Of The Real comandada por Lukas Nelson y su guitarra. Ese fue el primer contacto real para muchos de nosotros con la banda del hijo de Willie Nelson con la que Neil Young acabó grabando un total de cinco discos, dos de ellos en directo.
No deja de ser curioso que, pese al currículum acumulado, el trabajo de Lukas y sus secuaces no haya sido valorado como merece en estas latitudes. Esperemos que este magnífico “Stick And Stones” sea la excusa perfecta para invertir esta situación e incluso provocar la visita de la banda a nuestros escenarios. Soñar es gratis.
“Stick And Stones” es nada menos que el octavo trabajo de la banda y decía que es una buena oportunidad para adentrase en su carrera porque resulta ser uno de lo más sólidos, divertidos y bien basculados, dentro de los parámetros del country-rock en los que se mueve. Así cualquiera podrá encontrar temas cachondos, como ese salmo alcohólico que es “Alcohalleluja”, o una colaboración estelar hecha a medida para el lucimiento de Lainey Wilson, que deja la huella de su vibrato en “More Than Friends”.
Cuenta Lukas Nelson que este disco fue grabado durante la gira que realizó el grupo justo después de la pandemia y que, por ese motivo, las canciones se han contagiado de las ganas que tenía la gente de volver a bailar, de regresar a la normalidad que entraña una buena fiesta. Y no le fata razón. Solo hay que escuchar temas como la trepidante “Ladder Of Love” o esa divertida “Every Time I Drink” donde a golpe de honky-tonk te llenarán un poco el vacío provocado por la reciente muerte del gran Robbie Robertson. Pero como decía, el disco está bien basculado y también hay momentos para cierta introspección como demuestra la delicada emocionante “Lying” en la que Lucas da muestra de su solvencia vocal con ese característico toque nasal que le concede cierta personalidad a su tono.
“Stick And Stones” no debería pasar desapercibido por el aficionado y no cabe duda que lo tendremos en cuenta a la hora de confeccionar la lista especializada a final de año dedicada a lo mejor del Americana. Lo merece.
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