Con "4D" (Subterfuge Records, 2025), Lady Banana presentan un mapa sonoro que refleja tanto el paso del tiempo como la capacidad del dúo zaragozano de navegar entre diversos universos musicales, todo sin perder de vosta el rock stoner o clásico que las caracteriza. Un álbum de diez canciones que varían en ritmo y matices, una circunstancia que aporta riqueza y profundidad al conseguir evitar la monotonía en sus treinta minutos de escucha.
Un disco que quizás no sea conceptual al uso, pero que presenta dos partes diferenciadas - espacio y tiempo -, otorgando una dualidad muy interesante. La apertura de esa primera parte del espacio con “Bora Bora” es toda una declaración de intenciones, un estallido de energía tan potente que resulta imposible no tener interés por seguir escuchando. Un tema donde dejan claro que quieren jugar, explorar, pero siendo fieles a si mismas: mantienen su sonido clásico, pero otorgándole una nueva capa con texturas más electrónicas.
A continuación, “La Jaula” y “Tashirojima” bajan las puslaciones y permiten ofrecer una atmósfera mucho más introspectivas. “Tashirojima”, en particular, merece mención por la participación de una Marina Iñesta que permite al grupo seguir jugando con distintos estilos. Sigue el viaje por distintios espacios con “Gethsemane”, una de las dos versiones que aparecen en “4D”, donde Lady Banana revisitan la canción de la mítica Jesucristo Superstar para aportar un himno aporta tensión y emoción a partes iguales. Imposible escucharlo estando indiferente. Esta primera parte se cierra con “La Casa Magnética”, la pieza más sencilla y directa de todo el álbum y la que muestra la pureza del sonido del dúo.
El viaje musical continúa se traslada al tiempo con “Milenio”, otra de las inéditas y también de una de las más oscuras y densas. “Acción de Gracias” con Sho-Hai, por su parte, es una de las canción que más tiene que decir. Y no tanto por la letra, sino por lo que supone juntar en dos minutos treinta y seis a Lady Banana con una de las figuras más representativas del rap: historia y futuro de Zaragoza, demostrando que la música es un idioma tan amplío que dos estilos diferentes pueden entenderse y casar a la perfección entre sí.
Encarando el final, llega la segunda: “Delito”, de la argentina Nathy Peluso. Una canción que respeta la esencia de la original, pero a la que imprimen su propio sello. Una bomba musical que sirve de puente entre el anterior tema, más urbano, y un cierre del disco que se encara desde una perspectiva más purista.. En “7AM” hay presente el deseo de escapar de una rutina, y con “Entre Semana” se permiten el lujo de cerrar el disco con otra declaración de intenciones. Por el mensaje, pero también por lo musical: dejan claro que, aunque jueguen con otros estilos, son puro rock.
“4D” se convierte en un paso firme en la evolución de un grupo que demuestra ser necesario en el panorama nacional. Un trabajo que amplía el horizonte musical de Lady Banana, pero sin que esto suponga una traición a su esencia e identidad sonora.
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