Definitivamente, Horrorpops se tienen ganado un más que merecido respeto a nivel artístico y una buena posición comercial.
El trío danés continúa ofreciendo una cara no demasiado aristada del psychobilly, pero no es menos cierto que la mezcla de magnetismo vocal de Patricia Day, la pericia musical de Nekroman y Niedermeier y la gracia a la hora de abordar el imaginario del género es de lo más recuperable de una liga en la que no es fácil jugar. Y lo mejor de Horrorpops es que, pese a haberse mudado desde la vieja Europa a las playas californianas, siguen mordiendo de lleno cada vez que quieren (“Heading For The Disco?” no tiene desperdicio), rindiendo tributo sólo a quienes se lo han ganado a pulso (“Hitchcock Starlet”, “Missfit”) y derrochando humor negro y mala leche a partes iguales (“Boot2Boot” es su homenaje a la cultura squatter de Copenhague y casi un himno rojinegro en la garganta rota de Patricia). En resumen, como ellos mismos dicen en la película de serie B en que se convierte para ellos cada entrega, “Kiss Kiss Kill Kill” son doce cuentos de amor y de asesinato. Ni más ni menos.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.