Butterfly 3000
Discos / King Gizzard & The Lizard Wizard

Butterfly 3000

7 / 10
JC Peña — 28-06-2021
Empresa — KGLW / Music As Usual
Género — Psicodelia

Hace tiempo que los australianos King Gizzard & The Lizard Wizard entran de lleno en la categoría de artistas a los que es casi imposible seguir el ritmo discográfico, al estilo The Fall o Guided By Voices. Este estajanovismo productivo suele conducir a la irregularidad, pero a los de Melbourne les compensa con creces hacer lo que no hace nadie: por ejemplo, publicar dos álbumes en lo que va de año (cierto, todavía bastante lejos de los cinco de 2017).

Con un bagaje de dieciocho discos de estudio desde 2012 en los que han hecho casi de todo desde el prisma de la psicodelia, y con el multi instrumentista Stu Mackenzie como aplicado líder, el segundo álbum de este 2021 fue grabado durante la pandemia con un uso extensivo de sintetizadores modulares y loops. El derroche de ideas que les caracteriza sigue ahí, pero se han adaptado al confinamiento trabajando a distancia y sacando su lado más refinado, luminoso y sintético en cortes como “Catching Smoke”. Nada mejor que la euforia para contrarrestar las malas vibraciones, parecen decir.

El sexteto, que en el funesto 2020 se dejó por el camino al batería y manager Eric Moore, no deja de lado las variaciones microtonales (esas curiosas tonalidades asiáticas reaparecen en “Shanghai”). Pero la idea es que el oyente se adentre en el álbum como en un todo, más que recrearse en los diez cortes que lo componen, entre el teclado de juguete y el ritmo obsesivo y el bajo sintético de “Yours” y el onírico corte que da título al disco, fluye un disco luminoso y juguetón.

Más cerca del pop electrónico poliédrico de unos Tame Impala o Animal Collective que de Hawkwind –aunque el final de “Black Hot Soup” nos lleva al rock alucinado–, siguen siendo perfectamente capaces de sorprender con cortes como “Interior People”, híbrido de kraut psicodélico y R&B con final siniestro- melódico, o el space rock de “Ya Love”. Aunque el álbum adolece de esa producción clínica extendida, es asombroso que a un grupo con semejante productividad le quede margen para la sorpresa. ¿Qué se tomarán en las antípodas?

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