Aunque hasta su anterior disco, “One Two Three Four”, no se tuvieron muchas noticias de ella, ahora ya está entre ese grupo de mujeres a las que debemos tener siempre controladas, vigilando cada uno de sus movimientos discográficos.
En este nuevo trabajo, no hay cambios muy bruscos, pero sí algunos significativos. Si anteriormente destacaba por ese pop elegante que nos recordaba a Suzanne Vega en “Keepsake”, parece ser que en este nuevo paso aún podemos continuar estableciendo esa comparación. Si la chica que cantaba “Luka”, está más íntima e introspectiva en “Beauty & Crime”, a Linda Draper le ha pasado lo mismo. Agazapada y sencilla, busca refugio en pianos, en slides y en elementos que se asocian con el jazz. Su cálida voz es la de una cantante de pop, pero hay matices y detalles que la alejan un poco de ese sonido más conservador. “Keepsake” es una aventura musical intrépida, una declaración de principios, un arrebato natural y lógico, una maniobra inteligente de alguien que quiere y debe explorar, y canciones como “Shine”, “Among Every Stone That Has Been Cast” o “Cell Phone” le dan la razón.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.