El estreno de los tejanos en el sello Rykodisc ha entrado por la puerta grande del pop gracias al acertado ensamblaje entre las bases justas, las melodías irresistibles, esos coros sacándole brillo a la intensidad de cada canción y, eso sí, unos arreglos perfectos y variadísimos, en los que han trabajado productores como Adam Schlesinger (miembro de Fountains Of Wayne e Ivy), cuya mano izquierda se evidencia en temas como “Red Light”.
Destacan además, y poderosamente, “Lou-ee, Lou-ee”, “Airstream”, “I Get High”, o “Til I Get Right”, y la experiencia de Bob Clearmountain en las mezclas. De todas formas, el trío ya demostró en anteriores entregas tener potencial para esto y más, aunque durante un tiempo nos quedásemos con la sensación de estar ante unos auténticos one hit wonders, así que una vez recuperados de la resaca del éxito mal digerido, parecen estar en forma para sacarle pleno rendimiento al pop más evocador y entretenido. Igual para el próximo hasta se libran de las comparaciones a Beatles y Costello.
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