Resulta tan evidente que, en el caso de Juliana Hatfield, bien cabría dar de paso ese tópico irritante encargado de señalar que la artista está envejeciendo artísticamente como el buen vino. Expresiones manidas aparte, lo cierto es que la trayectoria de quien fuera un (modesto) icono de la escena indie americana de los noventa se antoja, en los últimos años, como símbolo de buen gusto e inspiración madura. Al igual que sucede con su coetánea Kristin Hersh, Hatfield acumula ya un buen puñado de discos grabados y publicados bajo su propio nombre que pueden presumir de rayar a muy buen nivel. Tanto que esa cita concretada de tanto en cuando con la de Wiscasset, se ha convertido en todo un seguro de satisfacción para el oyente fiel.
El presente “Lightning Might Strike” no es una excepción a la regla, y este nuevo lote de doce piezas entregado por la que en uno u otro momento también fuera miembro de formaciones de Boston como The Lemonheads y Blake Babies, vuelve a lucir con la esencia embriagadora de los mencionados noventa. Una denominación de origen reflexionada en su justa medida para que la actualización apunte, en realidad, hacia formas al margen de fechas y modas. Una docena de canciones de indie-pop inspirado, bien desarrolladas y con una acertada producción (a cargo de ella misma), además de poseedoras de un aspecto favorecedor. Una serie de circunstancias que señalan a una autora cómoda y desenvuelta, cuando de facturar este tipo de canción se trata.
“Lightning Might Strike” es un disco extremadamente agradable. Por su contenido familiar y casi clásico, pero también por el acierto que suponen las propias composiciones, poseedor además de un equilibrio que mantiene a flote sus cuarenta minutos de duración. Y es que, aunque pudieran mencionarse piezas destacadas como “Scratchers”, “Popsicle”, “Where Are You Now”, “Fall Apart”, “Ashes” o “Long Slow Nervous Breakdown”, lo cierto es que la referencia funciona como una obra global sin chirridos y encarrilada, transcurriendo con encantadora naturalidad en base a la preciosa voz de la artífice. Una excelente noticia, en definitiva, tras reconfirmar ese buen momento en el que se encuentra inmersa Juliana Hatfield.
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