Songs For Other’s People’s Weddings
DiscosJens Lekman

Songs For Other’s People’s Weddings

9 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 07-10-2025
Empresa — Secretly Canadian
Género — Indie pop

Bendito bloqueo creativo, si es que de verdad lo tuvo: ocho años han pasado desde que Jens Lekman nos regalara su último trabajo de canciones enteramente propias ("Life Will See You Now", 2017), y lo que hace cerca de veinte años empezó como un entretenimiento pasajero con el que sofocar las apreturas de su cuenta corriente (esto es, cantar en bodas de conocidos y amigos, algo que él mismo instigó sin querer con su canción “If You Ever Need a Stranger (To Sing at Your Wedding)”, incluida en su primer álbum en 2004), se ha revelado como una espléndida plataforma desde la que entregarnos otro compendio de maravillas pop.

Otro derroche de inspiración melódica, perspicacia lírica, emotividad punzante, irónico sentido del humor y sensibilidad para desbrozar las relaciones de pareja, regados con una cultura musical desbordante, perfectamente diseñada para derretir al lekmaniaco de largo recorrido. Una suerte de musical con el que el músico sueco, sin renegar de sus filias más detectables (Richman, Cohen, Merritt, Mozzer, el universo sampledélico) se mira sin complejos en el reflejo que irradia la tradición de aquellos nombres míticos que todos tenemos en la cabeza (Stephen Sondheim, Rodgers & Hammerstein, Andrew Lloyd Webber), y que cuenta incluso con una novela complementaria, tecleada a medias con el escritor norteamericano David Levithan, del mismo título y a punto de publicarse.

Es un trabajo, eso sí, un poco desmedido. No vamos a negarlo. Porque son 17 cortes en casi 80 minutos. Pero así es el sueco. Y, además, no creo que prácticamente ninguno de los 17 esté de más, ni en lo estrictamente musical ni en su pertinencia lírica a lo que oferta: los altibajos de la relación romántica entre dos personajes ficticios (se supone: aquí se mezclan realidad y ficción, como en la vida misma), de nombre J (él) y V (ella), que se van encontrando como invitados en sucesivas bodas de conocidos. Un relato de encuentros y desencuentros, por Europa y al otro lado del Atlántico, que ventila los jirones de todo aquello que reside en el meollo mismo de la creación musical hasta ser casi la misma cosa: la necesidad de amar, la búsqueda de algo que se parezca a la quimérica idea de un alma gemela. La voz de ella es, por cierto, la de la también sueca Matilda Sargren: todo un descubrimiento, a quien Jens conoció en una orquesta hace tres años. Hace dueto vocal con él en cuatro canciones.

Como todos los discos del músico de Göteborg, este séptimo también es un auténtico festín de ideas felizmente concebidas y espléndidamente encauzadas, por mucho que haya tenido la génesis más inopinada de todas, allá por 2019, cuando decidió sacarle partido a su condición de wedding singer y disponer las piezas de este puzzle. No es, contrariamente a lo que se podía esperar (yo mismo me lo temía), un trabajo de entretiempo, circunstancial ni con visos de proyecto paralelo ni subalterno, como lo fue Correspondence (2019), su disco junto a Annika Norlin. Es otra demostración de lo mucho que se puede transmitir cuando la economía de medios no empaña un talento que merodea la genialidad. No hay espacio en un folio – quizá ni en dos – para encapsular todas las virtudes de "Songs For Other’s People’s Weddings" (2025), así que solo me cabe recomendaros que os dejéis sorprender por el toque a lo Bruce Springsteen and The E Street Band que rezuma “A Tuxedo Swen For Two” (los violines son cosa de un tal Owen Pallett, por cierto), que aprovechéis para contagiaros por esa explosión de vitalidad pop que es el sensacional estribillo de “Candy From A Stranger” (a la altura de “Seeping On The Sweet Nectar”, “How Me Met, The Long Version”, "You Are the Light (By Which I Travel into This and That)" y otras gemas de su discografía pretérita), que os dejéis mecer por el ritmo Motown de “With You I Can Hear My Own Voice” y por la cadencia soul funk de “Wedding In Brooklyn”, que bailéis hasta el amanecer con ese petardazo house lo fi – deudor del “Hold On” de Romanthony, como alguien apunta bajo su videoclip en youtube – que es “On A Pier, On The Hudson” (enorme Marina Sargren dándole el contrapunto vocal como las mejores divas del género: ni Tracey Thorn hubiera sonado igual) y que os derritáis a gusto, si tenéis una pizca de ternura, con baladas absolutamente desarmantes como “For Skye”, “You Have One New Message” o “Just For One Moment”. Así es Jens. Único en su clase. Como siempre.

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