Todo grupo que se enfrenta a un nuevo disco tiene diversas batallas que lidiar. La de la originalidad es una de ellas, y concretamente esa, Asobi Seksu la tiene perdida desde el día de su nacimiento.
Con unos referentes totalmente definidos que nos remiten al sonido cristalino de la etapa final de Cocteau Twins y sus herederos shoegazers más pop (Lush, Chapterhouse, Mahogany, Pale Saints…) los de Nueva York no aspiran a reinventar el pop en clave de guitarras temblorosas, sino a completar un disco que mire de tú a tú a los clásicos del género. ¿Te parece poco? Para el que esto escribe lo sorprendente del asunto es que hayan tardado tan poco en conseguirlo. Su estreno homónimo era una voluntariosa declaración de intenciones que tomó forma en “Citrus” (2006) y ahora desemboca en un esplendoroso tercer álbum. Destaca la labor a la producción de Chris Zane (Les Savy Fav, Ambulance LTD…) que dota de músculo a estas doce canciones sin que por ello las guitarras o la voz Yuki Chikudate -menos exótica, más extraordinaria que nunca- pierdan un ápice de misterio.
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