Los seguidores de Björk no pueden quejarse, vamos tendría delito. En primer lugar porque no hace demasiado pudieron hacerse con aquellos tres DVD´s que recogían distintos conciertos, en distintos formatos, de la islandesa. En segundo, porque este mes les saldrán los temas de la ex Sugarcubes hasta por las orejas. Ni me pregunten cuántos cortes se incluyen en los distintos lanzamientos que edita la mujer. Versiones electrónicas, remezclas, grandes éxitos (en dos compilaciones distintas, según ella y según los que mandan) y relecturas junto al siempre apasionado Brodsky Quartet. Y es tal es la cantidad de canciones que uno acaba desbordado (de ahí que se agradezca que el artefacto se publique en una serie de mini-CD´s dobles, pero independientes, con lo que uno puede comprar sólo las compilaciones realmente atractivas) tras escuchar una y otra vez los mismos temas cabeza abajo, cabeza arriba, en crol, en mariposa... Demasiado para lo que ha dado su carrera hasta el momento. Por suerte, podemos encontrarnos en el grandes éxitos corporativo ese fabuloso “It´s In Our Hands” que ya presentó en su mítico concierto en el barcelonés Liceu, así como esa selección que, bajo el nombre de “Roots”, nos salpica de la creatividad de la élfica islandesa durante sus primeros pasos. Amo a Björk, amo sus canciones, pero no me gustaría cometer el mismo error que los más obtusos seguidores del Calamaro cometieron haciéndose con, aunque fuesen piezas nuevas, su insufrible salmonete. Por una vez, tomen mejor una parte y no se queden con el todo.
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