Al acabar su proyecto más prolífico con El Fantástico Hombre Bala y antes de su experimento con Bushido y su etapa en Skizoo, Morti ya había sacado a la luz “Estatua de sal” (2000) bajo el nombre de ExMundus y rodeado de amigos como Ricky Froutchman (Shuarma), Dani Baraldes (FHB, Macaco…) y Pablo Salas (The Unfinished Simpathy). Ahora bajo su propio nombre, Morti continúa con la línea trazada hace años aprovechando las buenas críticas que recibió aquel primer trabajo. Para este nuevo disco, recupera además de los antiguos componentes, temas de “Estatua de sal”, como son “Nubila Khan”, “Sopla el viento” y “Es de hiedra”, cantada a dueto con Enrique Bunbury. Morti vuelve a abrazar el pop y el rock sutil, aunque vigoroso, de la manera que lo hacía con El Fantástico Hombre Bala, y se aleja de la dureza de Skizoo, consiguiendo así unas composiciones intimas y emocionales por igual, con “Promesas” y “Ya no encajan las piezas” como bandera del disco, y una buena retahíla de medios tiempos impregnados de teatralidad circense como “Sueño contigo” o “Cielo crepuscular”.
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