Primer disco de esta alianza vascoandaluza situada en Vitoria-Gasteiz. Dúo de guitarra y batería al que le gusta caminar por parajes inhóspitos, sin comida ni equipaje, con la certeza de que su fino post rock acabará proyectando sobre sus cabezas imágenes de una extraña luminosidad. Casi siempre tranquilos y expectantes, no desdeñan las ocasiones que se les presentan para romper esa tensa calma que intenta ocultar esporádicos ramalazos de rabia contenida.
"Crisálida", con su intro in crescendo, va dando paso a sus siete compañeras de viaje, nómadas incomprendidas que nunca llegarán al oasis prometido. La suave intensidad de "Caléndula" se deja acompañar con agrado por la incansable búsqueda de "Magma" y "Bisonte", amazonas que cabalgan sin descanso a pesar de desconocer el destino que alguna vez encontrarán. La sobria quietud de "Minerva" sugiere un breve descanso en ese inquietante viaje sin retorno, retomado enseguida por una "Libélula" nada frágil y envalentonada, empeñada en volar con todas sus fuerzas, y decidida a atravesar sin pestañear el bosque de gigantescos cactus tras el que se oculta una imaginaria "Galerna". Espejismo de origen funesto que, en el último momento, adopta la amable forma de una "Laguna", igualmente ficticia, pero que renuncia a mostrarse hostil, dibujando aguas cristalinas en las que sumergirse una vez más antes del descanso final.
Desierto y lago. Animal y piedra. Agua y fuego. Cuerpo y mente. Día y noche. Flores marchitas esperando ser regadas por la próxima lluvia redentora.
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