Realmente se nota la mano de Rob Hingley “Bucket” en el nuevo trabajo de Deskarats, la banda de tierras gironinas que, tras un período de reflexión, ha vuelto con más caña aún de la que recordábamos.
Suenan a The Toasters con el sonido de Girona (el que sembraron Komando Moriles, pero no practican The Pepper Pots). Musicalmente se sitúan en aquella parte del ska más fiestero, rápido y combativo, al que muchas veces los puristas del género no le reconocen la calidad. Y ese no debería ser el caso de Deskarats. No sólo son fiesteros, sino que saben lo que hacen y cómo lo hacen, fruto de sus más de doscientos conciertos como banda. Del disco destacan la inicial “Príncep de Pallumba 4” que marca el ritmo del trabajo; “1m2”, una original solución a los precios de los pisos; “ns/nc”, con la que a más de uno se le debería caer la cara de vergüenza; la combativa “Venjança catalana” por si alguien tenia dudas sobre el posicionamiento de la banda y “Barri”, la canción final que explica un origen no olvidado de sus componentes. Un buen disco de una muy buena banda, con una excelente producción, que viene a demostrar que el ska catalán hoy sigue en manos de las formaciones de Girona.
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