Tougher Than The Rest
DiscosDharmacide

Tougher Than The Rest

8 / 10
Fran González — 02-12-2025
Empresa — Autoeditado
Género — Shoegaze

Todos recordamos “Cult Band Member” (21) casi como un error del sistema. Un disco demasiado nostálgico para ser actual, demasiado personal para ser hegemónico y definitivamente demasiado bueno para ser nuestro. ¿Ocurrió realmente o lo soñamos todos? Durante años pensamos que la epifanía quedaría ahí, en un bonito debut y poco más. Pero aparentemente Dharmacide tenían más ambición que la de acabar siendo un mero recuerdo fascinante y reconocen ahora que, tras cuatro años de rédito y sopa boba, ya tocaba renovar sus votos.

Lo hacen con “Tougher Than The Rest”, un segundo largo con el que el proyecto se asevera como una de las figuras fundacionales de esta sobrevenida camada de shoegaze nacional que nos envuelve actualmente. Ocho canciones y poco más de media hora donde queda confirmada la destreza de René del Hoyo para presentarle al mundo un producto atmosférico, denso, reverberado y frontal en el que los cabos sueltos se convierten en virtudes y el paisajismo sonoro en el idioma estándar de la emoción.

Bajo la directriz de Carlos Elías (Alcalá Norte) y con la colaboración de Pablo Fergus, Dharmacide lo apuestan todo por el detalle, logrando que cada pedal, cada eco y cada fondo sintético parezca colocado para construir ante nuestros ojos la reminiscencia de un sonido tan ajeno como cercano. Un pulso meticuloso que se traduce en canciones que respiran, sin la obligación de buscar golpes rápidos ni inmediatos y que crecen con cada escucha.

Desde su habitación en San Blas hasta varios escenarios de Europa, René ha desarrollado una capacidad única para conjugar un lenguaje sonoro propio, donde sus referentes (de David Lynch al dream pop más primario) se entremezclan con sabiduría hasta dar de sí una estética narrativa y visual que atraviesa el que es ahora su presente cancionero, presto a hablarnos de soledad, frustración, duda y resistencia emocional. Su propio título, de herencia springsteeniana, resume lo que supuso en sí sacarlo adelante. Un proceso plagado de complicaciones personales y logísticas que obligó a sus responsables “a ser más duros que nadie”, en este caso, que las circunstancias propias del momento.

Sin prisas, con extrema minuciosidad y ajenos a tendencias efímeras, los firmantes del proyecto construyen su propia noche, con voces empapadas de reverb y haciendo de estas un instrumento más de esa pugna que va de lo etéreo hasta lo fronterizo. “Lonely” abre el disco con un tono hipnótico que marca el rumbo emocional del libreto, mientras que “Reasons” rompe la baraja con su acelerada alevosía y "Symphony of Silence" nos devuelve a esa nocturnidad noventera tan marca de la casa. La electrónica más efervescente se abre paso en "Time Goes By", mientras que la vis cinematográfica de sus responsables hace lo propio en "Bad Times", y en "Dove", directamente, se nos ofrece la ocasión propicia de tenderle la mano a la melancolía y el estribillo fácil. Despedida suave, frágil y elegante en “If She Calls (Back Again)”, pieza que enmarca el adiós como si este se tratara del último frame de una película que manifiesta su deseo de despedirse con notoria vacilación.

Noches interminables, incertidumbre, presión profesional, la sensación de estar estancado y de cargar con expectativas imposibles son el telón de fondo de este agridulce regreso, donde la esperanza prevalece a la sombra y el resplandor vence a la tiniebla. Convirtiendo su firma en casi el último bastión independiente del género, René nos enseña el camino y nos recuerda que el “shoegaze será grande de nuevo” solo si conservamos viva nuestra parte más auténtica de vulnerabilidad.

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