La de His Name Is Alive es una banda escurridiza. Se han pasado la mayoría de sus discos huyendo de ellos mismos para construir una de las personalidades más enigmáticas y fascinantes del indie americano. Del rock experimental al avant-pop, los tonteos con la electrónica y el jazz y una visión en alto contraste de las simas y precipicios entre todos estos estilos.
Y puede que “Detrola” sea el más caleidoscópico de los discos de una banda ya de por sí bastante caleidoscópica. El inquieto Warren Defever vuelve a jugar con diferentes voces femeninas (la ya habitual Lovetta Pippen, Ericka Hoffmann de Godzuki y otras) alternándolas, todas ellas con un timbre entre la dulzura y el misterio, encajándolas indistintamente. Funcionan igual en las canciones aterciopeladas y pop como "I Thought I Saw" o "Get Your Curse" o en el electro-jazz dislocado de "Seven Minutes" o el más melodioso de "*C*A*T*S*". La mayoría de temas cuelgan entre un punto y otro, se recrean en la contraposición del metrónomo eléctrico y el alma armoniosa de las voces, detalles de vientos perfectamente ensamblados y un fondo agridulce. Defever sigue sin hacer su disco definitivo, pero sigue maravillando en el proceso. Quizás His Name Is Alive no esté pensado para eso. Disfrutemos del viaje.
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