Al igual que ocurriría poco después con Screamers, Destroy All Monters no necesitaron de grabación de estudio alguna para convertirse en un mito del proto-punk. Surgidos de la escuela de arte de Detroit en medio del estallido del sonido Motor City, la banda inevitablemente gravitaba alrededor de la figura de Niagara, divina front-women que sobre las tablas aunaba peligro y sensualidad como pocas mujeres lo han hecho en la historia del rock’n’roll.
Que hace dos décadas Sonic Youth recopilaran en un boxset publicado por su sello Ecstatic Peace! las grabaciones en directo de esa primera etapa -de las que aquí se incluyen cinco temas- tiene todo el sentido del mundo: la banda anticipaba el gruñido no-wave y Niagara ha sido el principal espejo en el que se ha mirado estética y musicalmente Kim Gordon durante toda su carrera. Incluso con la de Michigan Gordon tiene en común haber desarrollado una faceta de artista plástica paralela a su carrera de estrella del rock.
Tras aquella primera etapa que aproximadamente va de 1974 a 1976 vino el cambio de pareja sentimental, Cary Loren por Ron Asheton de los Stooges, y con él una nueva formación que incluía al propio Ron y al bajista de MC5, Michael Davis, con los que Destroy All Monsters se escoraron hacia el rock’n’roll flamígero característico de Detroit. Es el grueso del material que encontramos en este doble recopilatorio en CD y triple en vinilo, en el que se incluyen algunas de las escasas grabaciones de estudio de la banda –los singles primerizos publicados en Inglaterra por Cherry Red- pero sobre todo abundante material en directo, el principal combustible por el que Destroy All Monsters se han convertido con el paso de los años en banda de culto.
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