Perro viejo este Ben Vaughn, siempre alerta para darnos un quiebro de cintura y sacar un disco sorprendente que no le sacará del feliz anonimato en el que vive (lo mejor para hacer lo que uno quiera sin presiones), pero que si conseguirá que su mini leyenda underground siga creciendo, y de paso, darnos una alegría los que llevamos años recibiendo sus trabajos como agua de mayo.
“Designs In Music” es un disco (instrumental) de easy listening a la vieja usanza que acaba conquistando por el savior faire de un músico inteligente, aplicado y entusiasta que conoce todos los trucos posibles. Como esos guiños al universo Morricone de “The Big Parade” y “Brushfire”, el tributo pop a Lalo Schifrin que es “Crash Point” (canción perfecta para musicar una persecución protagonizada por un espía pop de alma sesentera), la elegancia propia de Henry Mancini que despliega “The Stalker pt. II”, la vocación extravagante a la Joe Meek de “Frequent Filer”, la fuga country de “Smoketree Serenade”… Vaughn demuestra en su nueva aventura que sigue en buena forma, una gran noticia para todos sus acólitos.
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