El concepto de supergrupo tiene bastante de relativo y mucho de subjetivo: una alineación alcanza esa categoría en función de lo que uno valore las bandas originales de sus miembros. En el caso que nos ocupa lo es, en primer lugar, por la singularidad y relevancia de los notorios créditos, atención: Sepultura, Maná, Fabulosos Cadillacs y A.N.I.M.A.L. Una relación, a priori, contra natura (aunque por las maneras de rock hero del batería de Maná Alejandro González, uno intuía sus referentes) que parece difícil que guste a todos los fans de los citados nombres. La expectación acerca de su sonido era evidente pero la mezcla imaginada no se produce: lo que hallamos en “De La Tierra” se acoge, básicamente, a las coordenadas sonoras de A.N.I.M.A.L., es decir, buen metal en castellano con claros pilares noventas, algo que se explica por el protagonismo del cantante Andrés Giménez como impulsor de la idea. Añádanle las característicos guitarras de Andreas Kisser (Sepultura) y una inmejorable ejecución -las tablas se notan- y ahí lo tienen.
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