En “Collideoscope” vamos a encontrar mayoritariamente esas guitarras de gravedad plúmbea y oscuridad anímica ya empleadas en su ultimísima época. Refritos que junto a recordatorios a “Time´s Up” y otras rarezas de orden menor dejan su conjunto con una decepcionante impresión, sinónimo de las horas bajas por las que pasa el cuarteto compositivamente hablando. Parece como si todos los temas (quince en total: excesivo) se tratasen de restos de serie de sus dos anteriores álbumes (sobre todo “Stain”) recuperados para reconstruir un todo deslabazado e incoherente. Tan inexplicable es la impersonal versión de “Back In Black” como desalentadora la pátina de cansancio y falta de garra que sobrevuela cada una de las canciones. Con más bien pocos asideros a los que agarrarse (como mucho ese primer tercio del disco) podemos hablar ya de una vuelta fallida, empañada por la vulgaridad y el fracaso.
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