Todo pasado fue mejor. Para qué engañarnos: no. Hay casos en que hubo pretérito brillante y un presente que todavía puede serlo más. Clara Aguilar se encargó de los teclados del celebrado debut post-rock de Böira. Y ahora se lanza bajo nuevo nombre con EP en solitario. Nada que ver con antiguas batallas.
La banqueta le quedaba pequeña. Tras el citado “Si de la runa naixés” (Böira, 16) y tras algunas bandas sonoras, la catalana se alejó de la formación instrumental para conrear el mundo de las artes escénicas, involucrándose en diferentes ambientes creativos y sonoros. Toda esa versatilidad se percibe en “Mystery Is All”, un EP comido de beats, melodías y arreglos que suenan a clásicos de géneros tan dispares como el ambient o el acid. Un ‘clásico’ –como todos– de doble filo. Aunque salvado. Es decir, todo reconocible para el oyente pero suficientemente zarandeado.
“Mystery Is All” tiene en las formas inconexas su bondad. Es punzante y plástico. El inicio lo marca una canción IDM que va tribalizando hasta “Pussy Picnic”, uno de los adelantos, el más bakalaero del largo y tributo al proyecto del mismo nombre del colectivo VVAA Col·lectiu, formado por la misma autora y Elena Martín o Clàudia Serrahima, entre otras muchas artistas. En “Orfeo” vuelve a decantarse por las capas, una mezcla elegante tirando a Rival Consoles.
La mano veleidosa de Claraguilar se nota en cada corte; cómo no. Ha ejercido de productora, compositora e instrumentista. Explosiva, pero perfeccionista, ha acompañado el viaje emocional de clips singulares, performativos y perturbadores. Misterio mucho más allá del título del debut. El EP vuelve a deformarse en “Reise”, voluptuosa en el envoltorio y hermanable con Jon Hopkins. Al final suma bombo tecno. Es el clímax. Ya en “Zerouno” gozamos de una ‘magic hour’ que deriva en la meditativa “See You In Another Planet”. A más ver. Ojalá pronto.
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