Butterfly House

Tras la marcha a principios de 2008 de uno de sus miembros fundadores, el guitarrista Bill Ryder-Jones, The Coral estaban casi obligados a mover ficha. Y para ello nada mejor que buscar a un productor veterano, de solvencia más que contrastada, como John Leckie (Radiohead, The Verve,, Stone Roses...)., ideal para dotar de ensoñadoras y acolchadas capas de sonido a las producciones (no en vano participó como ingeniero de sonido en Abbey Road para por ejemplo Pink Floyd) y derivar tu música a ese folk-pop lisérgico y obviamente retro con un sonido tan sesentas como etéreo. Pero también se hace evidente que, si ese cambio se limitara tan sólo a una cuestión de mimbres, la jugada no acabaría en gol. Ese testarazo ganador tan sólo se puede dar si las melodías –la base de cualquier disco de pop que se precie- funcionan. Entonces todo cobra otro cariz y, a pesar de las evidentes deudas del pasado, el disco se vuelve relevante aun en la actualidad. De eso saben mucho al otro lado del charco grupos como Fleet Foxes o Midlake y parece que The Coral ha tomado buen nota de ello. Ahora tan sólo necesitan que esa relevancia que desde el principio cobraron en su país y que casi acaba con ellos, se vea reflejada más allá de su Isla. Lo tienen difícil.