En cualquier otro proyecto resultaría de lo más extraña la edición de un recopilatorio de singles tras completar sólo tres álbumes oficiales. En el caso de los de Brixton, una de las bandas capaces de diseminar mayor munición en forma de sencillo por metro cuadrado, la cosa tiene su lógica. El perfecto eslabón perdido entre la elegancia cool del moderno r’n’b y las cultura de clubes en su vertiente más hooligan saca al mercado una colección de sencillos que acaba siendo, de largo, su mejor larga duración posible. Especialmente porque en él se destierra cualquier atisbo de irregularidad que haya podido lastrar su discografía anterior. Es este un viaje sin retorno por las mejores constantes vitales de un dúo cargado de talento y aligerado de prejuicios, con indiscutibles fogonazos orientados a la pista baile (¿hace falta volver a resaltar las sublimes “Red Alert”, “Good Luck”, “Romeo” o “Where´s Your Head At”?), suma inteligencia a la hora de buscarles voz (Lisa Kekaula, Dizzee Rascal) e incluso un fantástico nuevo single (“Oh My Gosh”, con la voz de Vula Malinga) que retoma la lascivia casi teenager de la más tierna Madonna. Una sensacional acta testimonial que marca el fin de una etapa.
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