Metal Forth
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Metal Forth

7 / 10
Adriano Mazzeo — 20-08-2025
Empresa — UMG Recordings
Género — Metal

No es casualidad que “METAL FORTH”, el nuevo disco de las japonesas Babymetal esté plagado de invitados de todo calibre metalero. Once años después de su debut discográfico, las chicas gozan del respeto de una escena que nunca se las tomó a broma. Cuando a día de hoy se apunta que el metal es una de las escenas más nobles del mundo rockero, no se suele exagerar. Tampoco se exagera cuando se subraya que su apertura de miras es uno de sus bienes culturales más preciados. De esto se dieron cuenta Babymetal y su equipo artístico cuando concluyeron que cruzar el delirio y la estridencia del J-pop con distintas vertientes metaleras sería un éxito global.

Del mismo modo y como una forma de confirmación de un sonido que ya es un estilo en sí, Babymetal se resignifican en estas colaboraciones de lujo que dejan varios momentos de brillo. “from me to u”, junto a Poppy, es un mazazo indiscutible en el que la dinámica de melodía vs growl (que, eso sí, se repetirá demasiado durante el disco) arrasa con toda convencionalidad. Ni hablar del breakdown asesino que promedia el tema y que juega con las intenciones de las voces de un modo original y con precisión nipona. Podría parecer que “RATATATA”, junto a Electric Callboy, es una coña, pero de eso nada. La pieza funciona como un cañón. En cuanto a “Song 3”, junto a Slaughter To Prevail, recuerda –salvando las distancias– a los experimentos de terror metal y manga-anime a los que Fantomas se asomaban en “Suspended Animation” de 2005.

Y es que el repertorio no afloja un ápice su intensidad y su locura. Nos ofrece otra cumbre de metal asiático cuando, en “Kon! Kon!”, el grupo colabora (nuevamente) con Bloodywood, los representantes más populares del mundo banghra dentro del metal global. Antes del final neurótico-progresivo-power metalero que nos brinda “White Flame”, se pueden apreciar el sello de la guitarra de Tom Morello en “METALI!!” (sobre una base mucho más extrema de las que suele usar el guitarrista de Rage Against The Machine) y los featurings de Polyphia (“Sunset Kiss” que como su nombre indica, amenaza con ser un hortera himno veraniego para terminar siendo un hortera himno veraniego con ganchos melódicos irresistibles y arreglos instrumentales de virtuosismo absurdo) y de Spiritbox (en “My Queen”, muy en la vena sonora de los canadienses, perfectamente amalgamada con el sonido de las dueñas de casa). Todas ellas redondean una colección de canciones que tiran de aquí y de allá, pero que –afortunadamente– en ningún momento esconden las virtudes del carácter sonoro de Babymetal, el verdadero metal precioso de Extremo Oriente.

 

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