A Sober Conversation
DiscosB. C. Camplight

A Sober Conversation

8 / 10
Don Disturbios — 11-07-2025
Empresa — Bella Union
Género — Pop

Desde sus inicios, hace justo dos décadas, y con su disco de debut “Hide, Run Away”, (05) Brian Christinzio -aka B.C. Camplight- ya nos deslumbró con su pop de aroma clásico, rico en arreglos orquestales y cierta tendencia a la pomposidad, a la manera de orfebres de la melodía como Brian Wilson, Jeff Lynne, Todd Rundgren u otros más contemporáneos como Rufus Wainwright o John Grant. Pues bien, los mimbres que utiliza en esta nueva entrega titulada “A Sober Conversation”continúan siendo los mismos, aunque una vez llegado a este punto de su trayectoria, haya sacrificado gran parte de la luminosidad, para adentrase en terrenos tan oscuros como duros y espinosos de tratar. Y es que, si hay discos que requieren de una ligera explicación coyuntural, otros vienen marcados a fuego por ese mismo contexto del que nadie va a salir indemne.

“A Sober Conversation” es un álbum incómodo que a la postre resulta liberador. Y es que desde “The Tent”, tema con el que abre el disco con esa inquietante nota de sintetizador suspendida - muy de película de terror - que casi sepulta esos pasos que se aproximan pisando la hojarasca, puedes imaginar esas sucias manos que abren la cremallera de esa tienda a la que se refiere el título. Y a partir de ahí… la historia con toda su crudeza …

Cuenta Brian Christinzio que, tras estar esnifando cocaína durante más de 20 años, el 31 de mayo de 2023, justo el día de su cumpleaños, decidió dejar el consumo y abrazar una sobriedad que, lejos de reportarle cierta paz consigo mismo, le enfrentaron a unos recuerdos que había sepultado con su adicción: Fue ahí cuando decidió, no sin cierto dolor, que había llegado el momento de aflorarlos. Por eso“A Sober Conversation”es la historia de los abusos infantiles que sufrió por parte de un monitor adulto durante unos campamentos de verano en Nueva Jersey. Una experiencia aterradora que planea a lo largo de las nueve canciones de un disco que en muchas ocasiones toma el cariz de opereta-pop sin rehuir tampoco a cierto sentido ácido del humor, porque como ha declarado el propio Brian Christinzio: ”Si no tuviera humor, estaría muerto”.

En“A Sober Conversation”, nos encontramos con un álbum que por momentos deambula por el musical de Brodway (“Rock Gently In Disorder”) mientras que en otros recuerda a los devaneos teatrales emprendidos por Kevin Rowland y sus Dexys. Solo hay que escuchar ese maravilloso dueto con Abigail Morris (The Last Dinner Party) en una luminosa “Two Legged Dog” para darse cuenta de ello. Canela fina. Y es que “A Sober Conversation” ofrece momentos de mucho disfrute sonoro, pese al duro tema que confronta. Canciones como “When I Make My first Million”, por ejemplo, recuerdan al Rufus Wainwright más prosaico, antes de que le diera ese ataque de seriedad elevada, mientras que otras piezas, como la pizpireta “Bubbles In Gasoline”, sirven para desengrasar el pesado ambiente condensado en temas más serios como la triste melodía al piano de “Drunk Talk” o esa apesadumbrada “Leaving Camp Four Oaks” instrumental que actúa como telón del álbum y su historia.

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